jueves, 18 de febrero de 2010

el dorado street

El dorado street


un hombre camina en una larga calle con su magnifisencia y aullidos comerciales, vociferan cosas por doquier como una sensacion nauseabumda anormal. Un hombre cuidando sus descuidos y no preocupado por necesidades, sordo para la indiferencia desinteresada y tragicamente lleno de inocensia cotidiana en un lugar donde tipos como jack castillo un avaro comerciante trataba de vender hasta las piedras o la misma mierda ofreciendole la nada a cambio de un par de centavos. Trans intercambiar un par de miradas y notar que no existe trato mutuo e interes este continua su camino haciendo exacamente lo mismo con cualquier persona que atraviese su camino. A duras penas acarrea una bolsa con bolillos y algo de jamon; don gillipollas mejor conocido como benito, un viejo señil y testarudo al que todo mundo odiaba por obsequiarles valiosas lecciones de vida a cada persona que ah atravezado su camino, algo similar al odio de un mal hijo a un mal padre.

Al pasar unos minutos donde gilipollas. nota un espacio mas relajado y tranquilo y se detiene a pensar que las cosas que realmente podria necesitar las tiene muy dentro de su vieja memoria y se regosija de pensamientos que le devuelven si se les puede llamar buenos recuerdos de un pasado generoso y placentero: entre los cuales destacan sus amadas mascotas, su linda esposa proveniente del extranjero con la cual le dio la bendicion menos desinteresada que en su vida este logro hacer de manera correcta, el hecho de ser padre de dos pequeños barones que ni sus mismos nombre recuerda, ya que el paso de los años y una larga vida dura llena de labor y una moral y etica basada en la mas grande parodia politica romana havian logrado el desprecio y odio de sus pequeños hijos, sobretodo el abandono de ellos mismos, en realidad solo dejaron de ser familia pero existian en tiempo y espacio en el mismo lugar pero desconocian unos a otros ya que su manera de ver la vida nos les permitia intercambiar ni una palabra en absoluto una mirada, pero que importa la vida sigue y sus profeciones aunque fueran muy distintas pero que mas da si era la que la escuela de la vida les havia enseñado unas buenas, otras malas...

Don benito gilipollas tenia mas mujeres que amigos, era un tipo con suerte a pesar de que su vida mostrar buenas acciones este no las correspondia como cualquier buen hombre que solo sigue su institnto de animal

La gente es capaz de perderse a si misma, con tal facilidad lo logran unos con otros en un lugar como el dorado street, llena de postmodernismo y auge humanitario donde la vida solo parece ser mejor, llena de caracteres de poca relevancia que se muestran dia juegan un roll importante en estos lugares sacados de un cuento absurdo lleno de formalidades de doble moral donde el alcaide o comisariado del pueblo le roba a joaquin y rodolfo dos indios adinerados que son pieza mas de el juego de ajedrez de los codiciosos y ambiciosos cerdos que tienen el poder para limpiar sus actos de manera politica como limpiarse las nariz despues de un buen estornudo.

Los viejos amigos, Que podria decir de ellos el viejo benito, esos tipos que acosaban a su mujer en el pasdado hasta que la gravedad y la falta de virilidad acompañada de la vejez les dejo el olvido de la tipica obsecion de no desear a la mujer del projimo. Por las tardes benito el gilipollas, mas bien venido el viejo desgraciado y sus compinches se reunian a jugar domino en la plaza del pueblo eh intercambiaban un poco sus historias antropomorficas ya que el paso del tiempo y la falta de neuronas procesaba la malinterpretada informacion que estos al contar los sucesos, pues en ocaciones ligeramente diferentes a la version correcta otras totalmente basada en filmes muy fictisios pero que importaba si la realidad a nadien le importaba. asi eran ellos solo una bola de viejos decrepitos con sucias y dolorosas historias entre ellos mismos que pese a su gravedad su mente preferia solo olvidar esas partes y conformarse con algo de compañia aunque esta fuera el mismo diablo a su lado quien havia intentado en el pasado algo no muy de amigos.

Surgian las tipicas historias de los buenos tiempos, los buenos autos, peinados, ropa, los vinilos, licores, los canta-autores que acomaban sus malos ratos en las viejas tabernas, las bellas mujeres, las jerga y la distraccion eminente de la juventud. Todo muy tipico de el dorado street un lugar perfecto para una vida llena de tradiciones familiares que no se festejen y oculten de frente a la verdad cosas una vida.

No hay comentarios: